Hipogonadismo: tratamiento natural y algo más…

Publicado: 27/09/2012 - Actualizado: 19/06/2016

La palabra hipogonadismo proviene de la palabra hipo (carencia o defecto) y gónada  (órgano sexual: testículos en los hombres y ovarios en la mujer). Esta es una afección o desequilibrio en los testículos u ovarios, los cuales no son funcionales o tienen alguna limitación o incapacidad genética debido a que el hipotálamo no secreta una cantidad suficiente de GnRH (Hormona liberadora de Gonadotropinas).

Cuando esto sucede, las características sexuales tanto masculinas como femeninas no se desarrollan del todo, los músculos son débiles, los huesos finos, el vello es muy leve o fino, y la voz se reduce al tono grave. La maduración biológica de la persona es lenta y la maduración de las gonadotropinas y la pubertad es tardía. Esta afección es una de las principales causas de esterilidad.

El hipogonadismo en los hombres se define por la incapacidad del testículo para madurar sus funciones de acuerdo a la edad del sujeto, como producir testosterona, espermatozoides o ambos. La testosterona es una hormona que afecta a muchos de los tejidos del organismo. Su desequilibrio afecta la diferenciación sexual o caracteres sexuales secundarios y las proporciones corporales, así como acción sobre el hueso, músculo, eritropoyesis, próstata, energía o función sexual.

Testosterona e hipogonadismo

La testosterona influye en el desarrollo y maduración de los órganos sexuales y reproductivos, pero también influye en la distribución de la grasa corporal, la fortaleza de la masa ósea y en el tono grave de la voz, potencia y funcionamiento sexual, así como para la maduración de huesos, músculos, piel, cerebro, cabello, equilibrio de colesterol y hemoglobina, etc. Esta hormona participa en el mantenimiento de los niveles de energía del cuerpo, en el deseo sexual (libido) y la fertilidad. Conforme los hombres van envejeciendo los niveles de testosterona van decayendo de forma natural. Sin embargo, cuando la testosterona es deficiente en cualquier otra etapa de la vida, entonces se presenta el hipogonadismo.

Hipogonadismo primario y secundario

El hipogonadismo primario es aquel donde se presenta una deficiencia de testosterona a causa del funcionamiento anormal de los testículos. El hipogonadismo secundario es la consecuencia de ciertos problemas de la glándula pituitaria o del hipotálamo, cuyas funciones son equilibrar la secreción de las hormonas correspondientes.

Algunos factores que causan el hipogonadismo primario suceden cuando los testículos no han descendido, o cuando hay exceso de hierro en la sangre (que se conoce como hemocromatosis), o por alguna lesión que dañó los testículos. También puede suceder por haber padecido paperas o haberse sometido a tratamientos de quimioterapia o radiación.

Cómo tratar el hipogonadismo naturalmente

Una cura verdadera en toda afección consiste en tratarla integralmente, es decir, considerar tanto la dieta y ejercicio adecuado así como las emociones, pues estas provocan reacciones interiores que van desgastando y dañando nuestro organismo. Siempre es básico seguir un régimen de alimentación el cual pueda ayudar al cuerpo a estar bien nutrido y a que las funciones normales se realicen satisfactoriamente y maduren apropiadamente. Es recomendable evitar todo producto refinado, chatarra, adicionado con colorantes o azúcar de dieta, evitar el azúcar blanca, el pan o harinas blancas o refinadas así como los fritos y embutidos que solo llenan el cuerpo de toxinas.

Por otro lado, se deben incluir complementos como L-Arginina, el cual ayudara a aumentar la libido sexual.  La testosterona puede aumentarse mediante el consumo de algunos alimentos como las nueces, las almendras, las manzanas deshidratadas, pecanas, ciruelas, maní (cacahuate) pasitas, etc., pueden elevar los nivele s de testosterona.

Aspecto emocional-mental: la clave de la cura esta en tu mente

Para enfrentar esta enfermedad, se requiere un grado de comprensión donde se entienda como el aspecto emocional influye en nuestro cuerpo y las funciones del organismo. Es importante saber que la tensión excesiva causa fuertes desequilibrios en el cuerpo. La tensión puede ser provocada, en este caso, por algunos factores como sentimientos de no poder expresarse uno tal cual, inseguridad o preocupación por no ser suficientemente “bueno”, falta de aprecio a uno mismo, creatividad frustrada, culpa, autocastigo (sentimientos de reproche o crítica hacia uno mismo), etc. Estos sentimientos ocurren debido a que así nos enseñaron a pensar o hemos aceptado ciertas actitudes mentales las cuales propician que no sintamos de determinada forma. Luego entonces, el cuerpo empieza a frenar, frustra o bloquear ciertas funciones debido a la influencia de estados de resistencia, estrés, etc.

Es por eso muy importante empezar por atender nuestros pensamientos ya actitudes mentales, las cuales son la raíz de todo problema físico. Dejar de criticarse uno mismo puede ser un buen comienzo para todo esto, así como aceptarnos tal cual somos y empezar por activar una nueva creatividad en nuestra vida con la que nos sintamos a gusto, inspirados y bien estructurados. Es recomendable leer acerca de cómo entender nuestras emociones y no guardarnos enfados ni ira, pues esta es un veneno que nos ataca interiormente. El libro Tu puedes sanar tu vida, de Louise L. Hay puede ser un buen inicio en esta aventura de sanación completa.

ALgunas terapias alternativas que pueden ayudartye a sanar son: bioenergia, reflexologia, digitopuntura, masajes de restablecimiento de la energia de órganos como el chi-nei-tsan.

Practicar yoga y taichi pueden ayudarte a crear armonia dentro de ti y propiciar una salud integral.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin