Pérdida de la Audición: aprende a escuchar y recupera tu oído

Publicado: 26/04/2013 - Actualizado: 13/07/2016

Escuchar es uno de los sentidos que nos permite involucrarnos y relacionarnos con el mundo alrededor. De niños aprendimos a hablar escuchando e imitando las voces de nuestro alrededor, las personas que no pueden escuchar bien tienen problemas para hablar con claridad y para conectarse con los sonidos de la naturaleza, de la música y las voces y ruidos del entorno como ruidos de motores de carros, gritos, sirenas, etc., que quizá no sean tan placenteros como los primeros pero que nos pueden alertar del peligro.

Función del oído

El oído está dividido en tres partes principales conocidas como parte externa, media e interna. Se localiza dentro del cráneo y es de estructura compleja, hecho de una gran variedad de nervios, células que forman un tejido rodeado de largas mangueras de líquido. Cuando uno empieza a perder la audición es que ha habido lesión en el oído interno.

Causas de la pérdida de la audición:

  • Tejidos envejecidos o dañados.
  • Demasiado ruido o escuchar los audífonos a muy elevado volumen.
  • Exposición a ruidos fuertes y prolongados de formas frecuente ya sea música alta, el ruido de motores fuertes, el taladro, el rechinar de una máquina, etc., Este tipo de ruidos dañaría el tejido blando del oído interno o destruiría sus células y nervios. Si la destrucción de estos tejidos y células rebasa cierto límite, entonces tendremos la pérdida de la audición permanente. El daño ocurrirá dependiendo del volumen, tiempo y frecuencia con que el oído se exponga a cierto tipo de ruidos.
  • El abuso en la toma de algunos medicamentos.
  • Golpes o lesiones en el cráneo.

Aspecto emocional de la pérdida de la audición

Además de las anteriores causas, el oído también puede llegar a dañarse cuando estamos expuestos a determinadas situaciones que no “nos gusta escuchar”. Por ejemplo, hablar por teléfono con alguien con quien discutimos a menudo, o que nos grita o enfada, o que no toleramos lo que nos dice, pero que no tenemos otro remedio que escuchar o no sabemos cómo quitarnos esa situación de encima,  predispone al oído a obstruirse y, justamente, a no querer escuchar.

Un abogado con 20 años trabajando en una auditoria hablaba todos los días por teléfono con clientes con quienes tenía que pelear para arreglar asuntos, hablaba por lo general colocando el auricular en su oreja derecha y esta fue perdiendo la audición y presentando un pequeño ruido. El hombre no asociaba a qué se debía esta pérdida de audición y empezó a colocar el teléfono en la oreja izquierda, la cual empezó a tener problemas también. No notaba que el rechazo a hablar y a tener que tolerar insultos y pleitos que le causaban un excesivo estrés era lo que estaba bloqueando su audición.

Por otro lado, hay niños o adolescentes que podrían ir generando ciertos bloqueos en el oído debido a que las autoridades que los rodean son excesivamente impositivas, gritonas, criticonas, alzan la voz y ordenan o reprueban. El niño o joven puede sentir un entorno injusto y al no poder rebelarse o defenderse ante este y en un mecanismo de defensa inconsciente, este se “cierra” a escuchar, taponeando sus oídos.

 ¿Cómo recobrar la audición y prevenir el daño al oído?

Lo primero es detectar los síntomas:

  • Por lo general no hay dolor pero hay vaga sensación de presión o pesadez.
  • Se puede escuchar un leve zumbido o ruido en el oído.
  • Se siente como si el oído estuviese tapado y las cosas se escuchan lejos o con bajo volumen.
  • Una de las señales más frecuentes de la pérdida de audición es no escuchar sonidos agudos como voces agudas o el trinar de los pájaros.
  • En ocasiones estos ruidos desaparecen cuando el ruido o la sensación de taponeo terminan, lo cual no significa que, aunque se vuelva a escuchar aparentemente bien, no se hayan dañado células o tejidos.

Cuidados y prevención:

  • Hay que evitar exponer nuestro oído a ruidos fuertes y prolongados, sobre todo el de máquinas y música.
  • Si sientes que no escuchas bien y no te has expuesto a ruidos fuertes o prolongados, vigila tu estrés, lo más probable es que estés demasiado agobiado o estresado y te sientas saturado de “escuchar” ciertas cosas en tu vida y de no saber cómo ponerles remedio.
  • Disminuye los ruidos alrededor, puedes estarte acostumbrando a trabajar con mucho ruido de máquinas, coches, etc., y no darte cuenta.
  • Sal cada vez que puedas al campo o playa y disfruta de los sonidos suaves de la naturaleza.
  • Utiliza tapones de oído si es que trabajas en lugares muy ruidosos como en el aeropuerto, fábricas, etc., o cuando vayas a usar maquinas con ruidos fuertes como cortadoras de césped, motocicletas, etc., o cuando vayas a conciertos.
  •  Si vives cerca de avenidas ruidosas, pon en tu casa ventanas de doble panel o alfombras y cortinas, las cuales ayudaran a absorber los ruidos.
  • Es importante que observes, además, si no te encuentras en lugares donde haya muchos pleitos o discusiones pues esto también influye en la pérdida de la audición.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin