Alergia a los gatos, polen, polvo, etc.: como erradicarla de tu vida

Publicado: 11/03/2013 - Actualizado: 19/06/2016

Las alergias son reacciones exageradas que tiene nuestro cuerpo ante experiencias, animales, condiciones ambientales, etc., que en realidad son inofensivos para nosotros. Las alergias pueden manifestarse de muchas formas y tener muy diversos síntomas, desde estornudos, erupciones cutáneas, salpullidos, goteo de la nariz o nariz tapada, ojos llorosos, etc., hasta síntomas más severos como dolor de pecho, problemas respiratorios, sensación de ahogo, vómitos, etc.

¿Por qué suceden las alergias?

Cuando el cuerpo siente que algo puede ser agresivo o que necesita defenderse, genera histamina, una sustancia química que se libera con la finalidad de combatir o destruir los agentes agresores externos o peligrosos como los virus, bacterias, etc. Cuando el cuerpo siente que hay algo que lo pone en peligro produce demasiados anticuerpos para destruir a los agentes invasores, en el caso de las alergias, el cuerpo confunde los factores inofensivos como agresivos, y se defiende aunque no esté en peligro real el cuerpo.

¿Por qué el cuerpo se defiende ante lo inofensivo?

Esta reacción defensiva ocurre principalmente porque el cuerpo está recibiendo desde algún lugar un mensaje de alerta al cuerpo. ¿De dónde proviene este mensaje de alerta? De nuestras actitudes y forma de pensar. La mayoría de las alergias tienen que ver con que nosotros hemos vivido cosas que no nos han gustado o nos irritan, y que sentimos no podemos defendernos ante tales situaciones o personas.

Por ejemplo, si no nos podemos defender de algo que no nos gusta o nos causa dolor o irritación, como un jefe que nos regaña constantemente, como niños o jóvenes que tienen un ambiente donde se les maltrata o viven el bullying, etc., como personas que nos hacen enfadar pero con las cuales tenemos que convivir diariamente, etc.,  entonces el cuerpo empezara a sentir ganas de “defenderse”. El cuerpo no distingue que cosa le está poniendo en peligro, el solo recibe la información de que “tengo que defenderme”, aumentando de esta forma la producción de anticuerpos y de histamina.

¿Por qué la alergia es con un objeto, suceso, alimento, o animal en particular, como los gatos, el polen, el polvo, etc.?

Resulta que muchas veces, cuando nos sentimos irritados por algo y no podemos defendernos, hay algo cerca de nosotros o en nuestro ambiente que nuestro olfato o sentidos asocian con un factor externo que está propiciando el mecanismo de defensa, aunque no sea necesariamente asi.

Por ejemplo, una niña que recibe un buen regalo un día y está muy entusiasmada, hay cerca de ella un gato. De repente, el papa le quita el regalo por castigo. La niña siente gran frustración y rechazo de esta experiencia y siente que no “puede defenderse” ante el papá. El gato sigue cerca y el olfato reconoce que esta puede ser una señal o factor de “peligro”. Por lo tanto, si la niña no tiene solución para su sentimiento de irritación y no encuentra la forma de defenderse o entender la situación, cuando la niña tenga cerca un gato, este olor podría empezar a recordarle a su cuerpo que necesita defenderse de algo, ya que cuando el gato esta cerca ella podría vivir  algo que la frustre o la ponga “en peligro”, por lo que hay que defenderse. El peligro consiste, en este caso, en que la niña puede perder su felicidad o su paz con un regaño o un castigo, el no saber qué hacer con esto y como defenderse de aquello que le quita su paz genera entonces un cuadro de alergia.

Lo mismo sucede, por ejemplo, con un niño que le hacen Bullying. El niño puede asociar un fresno o un árbol o el polen con una situación agresiva donde no puede defenderse, ya sea una autoridad violenta, o jóvenes agresores. El fresco o el polen pueden estar en la escuela, o ser el periodo donde el niño es más violentado. Entonces, el cuerpo reconoce este factor externo como algo que desata un mecanismo de defensa, y entonces el niño se defiende del “fresno” o el “polen”, aunque no tengan  relación directa con la persona o experiencia a la que hay que defenderse.

Por otro lado, las alergias alimentarias, por ejemplo, pueden estar asociadas a momentos donde consumimos ciertos productos mientras que sucedían experiencias no agradables o situaciones agresivas en nuestras vidas de las cuales “no podíamos defendernos.

¿Cómo erradicar las alergias?

Tomar medicamentos o anthistamínicos solo es tapar el dedo con el sol. Ciertamente ayudan de momento a disminuir los síntomas pero no son la cura real. Para curarse realmente de una alergia, habría  que hacer un análisis de donde empezó la alergia y hace cuanto tiempo que esta ahi. Habría que determinar el factor que la pudo propiciar y luego entender que realmente debemos aprender a poner límites, a amarnos más y a no esperar tanto de los demás, que en realidad nadie nos puede dañar si nosotros aprendemos a estar más conscientes de nosotros y a trabajar con nuestras debilidades.  También sería bueno leer libros que nos ayuden a entender sentimientos de injusticia que podemos traer guardados, las alergias tienen que ver mucho con esto, con que sentimos injustas ciertas cosas y necesitamos hacer algo “urgente” pero no sabemos cómo, por lo que el cuerpo siente el peligro y tiene que aumentar sus defensas.

Lecturas recomendadas: Tu puedes sanar tu vida, de Louise L. Hay, Bioenergética, de Alexander Lowen, Conexión Mente – Cuerpo.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin