Alimentos deshidratados (desecados): ventajas, propiedades y procedimiento

Publicado: 28/05/2011 - Actualizado: 24/02/2018

La deshidratación o desecación de alimentos consiste en eliminar la mayor cantidad posible de agua o humedad del alimento seleccionado bajo una serie de condiciones controladas como temperatura, humedad, velocidad y circulación del aire. El agua es el elemento básico  para la vida humana, pero también para la vida microbiana, por lo que, al retirarla, ayuda a darle una vida útil y más prolongada al alimento.

El desecado provoca que el alimento en cuestión se reduzca en tamaño debido a que ha perdido gran parte de su volumen (agua), y como resultado se obtiene un alimento de consistencia más liviana y  pequeña de un buen sabor y olor el cual es muy resistente y de fácil transportación, con un riesgo mínimo de descomposición o crecimiento microbiano.

Ventajas de los alimentos desecados

Un alimento fresco se descompone fácilmente debido a diferentes factores como la acción de mohos, levaduras, bacterias y enzimas. Al exponerse al aire libre y a temperaturas elevadas se acelera su proceso de descomposición cambiando su color, aspecto, olor y sabor. Cuando un alimento esta en descomposición, es perjudicial para la salud.

Debido a lo anterior, el hombre ha buscado maneras de conservar los alimentos en buen estado para poder disponer de ellos en cualquier temporada del año, sobre todo en épocas de carestía y la desecación ha sido desde tiempos muy antiguos una de las mejores formas de aprovechar y conservar los alimentos.

Las ventajas de la desecación de alimentos son:

• Pueden conservar gran porcentaje de su sabor, color, consistencia y aspecto durante largo tiempo.
• Se pueden volver a rehidratar para su consumo.
• Sus propiedades nutritivas se conservan casi en su totalidad.
• Su tamaño es más pequeño y son de menor peso que en su estado natural.
• Son de fácil transportación y almacenamiento.
• Hacen mucho más costeable el transporte y reducen espacios en los almacenes.
• Tiempo prolongado de conservación.
• Se pueden encontrar en cualquier temporada.
• Son una buena opción para personas muy ocupadas.
• Son un buen y saludable tentempié o botana.
• Excelente como alimento para salir de excursión, campamento, etc.
• Los alimentos que se utilizan en la deshidratación son de muy buena calidad, están en su mejor momento de madurez.
• Se pueden deshidratar todo tipo de alimentos como: frutas, vegetales, algas, semillas, granos, carnes, etc.

Procedimientos para un desecado de calidad:

Lo primero y más importante es considerar ciertas reglas en el desecado para evitar la proliferación de patógenos y bacterias en el alimento. Se deben eliminar frutas y hortalizas alteradas, rechazar huevos rotos o sucios, deben lavarse perfectamente frutas y verduras, etc.

Blanqueado: este proceso se utiliza especialmente en verduras y frutas para mantener su color y sabor. Este método consiste en introducir el alimento en agua salada hirviendo o en vapor (en el caso de verduras de hoja verde) durante algunos segundos o minutos, dependiendo del alimento. Luego, se sumergen en agua helada y se escurren.

Baño de limón: este método se utiliza para evitar la oxidación del alimento, es decir que se ponga color café, como en el caso de las manzanas, por ejemplo. En este caso, se exprime jugo de limón directamente sobre el alimento a deshidratar o bien se sumerge en un poco de agua con jugo de limón. Se deja secar el alimento sin enjuagar.

Una vez que se ha llevado a cabo estos métodos, entonces se continúa con la deshidratación.
Hay varias técnicas para deshidratar alimentos. La más económica y que no requiere electricidad es deshidratar ante los rayos del sol y un ventilador de manera que el aire caliente este en constante circulación. Algunos procesos industriales utilizan hornos o máquinas deshidratadoras.

Una vez deshidratado el producto, se tiene que efectuar un correcto almacenamiento para evitar la contaminación microbiana, la humedad que propicia los hongos y el contacto con insectos.
La mejor forma de almacenarlos es en un frasco hermético, en un ambiente fresco y seco donde no esté expuesto a los rayos del sol o luz directa. Se debe consumir el producto cuanto antes una vez abierto el envase o sellar muy bien la tapa para evitar contaminación.

Un poco de historia…

A través del tiempo se han desarrolla do diversas técnicas para esto, y entre ellas se encuentra la deshidratación de alimentos, la cual fue uno de los primeros métodos que se utilizaron `para conservar alimentos.

Los incas fueron uno de los pueblos que utilizaron este método de conservación colocando el alimento fresco bajo los rayos del sol (el sol era considerado su Dios). Los frutos secos tuvieron gran utilidad durante la Edad Media, las pasas, las guindillas, los orejones de chabacano, los higos desecados, etc., formaban parte de la cocina tradicional en numerosos países.

Por otro lado, los prehispánicos realizaban trueques de diferentes granos y semillas en las plazas, y desde entonces la oferta de alimentos deshidratados que podemos disfrutar y adquirir en mercados, tiendas, etc. se ha ampliado.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin