Combate el dolor de la Artritis con Remedios Naturales
En sentido literal, la artritis quiere decir inflamación de las articulaciones y se refiere a más de 100 condiciones diferentes. Básicamente hablando hay dos tipos de artritis importantes:
La artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que implica una inflamación crónica. Ésta empieza en la membrana sinovial de las articulaciones y se extiende a los tejidos de las mismas.
Con el tiempo las excrecencias del tejido inflamado invaden y dañan el cartílago de las articulaciones, haciendo que se deformen.
La osteoartritis, involucra la desintegración del cartílago y otros testigos de la articulación. A diferencia de la artritis reumatoide, esta forma presenta muy poca inflamación, si no es que ninguna, y no afecta a todo el cuerpo. Por lo general los síntomas empiezan poco a poco y pueden no parecer importantes. Podrían dolerte una o dos articulaciones o lastimarle un poco, en particular al hacer movimientos. Las articulaciones que más se ven afectadas son los dos dedos, las caderas, las rodillas y columna vertebral. A veces sólo aparece en una o dos articulaciones y no se extiende más.
Señales de advertencia básicas
- Inflamación en una o más articulaciones.
- Rigidez por la mañana.
- Dolor recurrente o sensibilidad en cualquier articulación.
- Incapacidad para mover normalmente una articulación.
- Enrojecimiento y calor evidentes en una articulación.
- Pérdida inexplicable de peso, fiebre o debilidad, combinados con dolor de las articulaciones.
- Síntomas como los anteriores que duren más de dos semanas.
Remedios Naturales
Si presentamos todas estas señales de advertencia, es importante, consultar a un médico. Existen algunos remedios naturales que pueden ayudarnos a combatir el dolor.
Despójate del peso extra
Al bajar de peso, aliviarás el estrés y el dolor de la columna vertebral, las rodillas, las caderas, los tobillos y los pies. Aligera la carga sobre los cartílagos, quitando presión a sus huesos y por tanto reduciendo, e incluso eliminando, la incidencia de hinchazón, inflamación y dolor.
Aplíca calor y frío
El calor relaja los músculos, sobre todo antes de hacer ejercicio. Puede aplicar calor a todas las articulaciones al mismo tiempo con un baño caliente de tina. Para evitar la fatiga, no permanezcas más de 20 minutos en un baño de agua caliente.
Las compresas calientes también pueden ser eficaces para calentar y aliviar las articulaciones. Humedece una toalla en agua caliente, exprímela y aplícala a la articulación dolorida. Si utiliza una almohadilla eléctrica, consérvala a baja temperatura, y aplícala a la articulación por poco tiempo. Nunca te acuestes sobre una almohadilla eléctrica o te duermas con alguna aplicada al cuerpo.
Para una alivio temporal del dolor y la sensibilidad, aplica, compresas de agua fría sobre las articulaciones. Una bolsa o cubos de hielo, o una lata pequeña de jugo congelada, dentro de una bolsa de plástico y envuelta en una toalla, ofrecen el tipo de compresa más sencillo.
Automasaje herbal
El ungüento de eucalipto, proporciona un alivio calmante por debajo de la piel, para disminuir el dolor. Unta el ungüento sobre el área adolorida y alrededor. Luego envuelve la articulación con plástico. Sentirás un calor muy agradable.
Corteza de sauce
La aspirina natural, para aliviar el dolor. Utiliza infusiones de corteza de sauce para controlar el dolor, en lugar de una aspirina química.
La vitamina C
Produce colágeno y cartílago, para aliviar el dolor. Con frecuencia quienes padecen artritis reumatoide y presentan deficiencia de vitamina C. Con cantidades diarias adecuadas, hasta de 1,500 miligramos, se puede disminuir la artritis. Este nutrimento ayuda a regenerar los tan necesitados colágeno y cartílago para minimizar los efectos del deterioro.
El té verde
Algunas investigaciones afirman que el té verde puede beneficiar el tratamiento o la prevención de artritis reumatoide. Los antioxidantes polifenólicos del té verde, contiene ambos potenciales, es preventivo y terapéutico, contra la artritis.
Los aceites de pescado enfrían el dolor
Los ácidos grasos, como los omega-3 que contienen los aceites de pescado, ayudan a combatir el dolor provocado por la artritis.