Ganadería Ecológica en Andalucía
Esta consiste en alimentar a los animales exclusivamente con materias primas de origen ecológico para lograr productos elaborados sin ayudas químicas para su desarrollo y con técnicas de cultivo que favorecen el equilibrio ambiental. La crianza de los animales se realiza en un entorno amplio dejando que el animal se críe libremente sin condicionar su crecimiento. La alimentación también se lleva a cabo sólo con ingredientes vegetales procedentes de la Agricultura Ecológica.
El Comité Andaluz de Agricultura Ecológica de España en la Comunidad Común Europea (CCE) define a La Ganadería Ecológica como un sistema de producción que tiene como objetivo fundamental producir alimentos de máxima calidad sanitaria, nutritiva y organoléptica, respetando el medio ambiente y el bienestar animal, mediante la utilización óptima de los recursos y sin empleo de productos químicos de síntesis.
En la Comunidad Común Europea la cría ecológica del ganado se ha de considerar en el marco de un agroecosistema en el que los animales juegan un papel fundamental, cerrando los ciclos de producción, aportando el estiércol necesario para el abonado y permitiendo ampliar las rotaciones con cultivos forrajeros o praderas temporales.
Las técnicas de manejo deberán respetar la Convención Europea para la Protección de Animales Criados con propósitos Ganaderos, adoptada mediante la resolución 78/923/CEE del Consejo, y las normas de la Directiva del Consejo (sobre la Protección de Animales criados con Propósitos Ganaderos), y deberán estar orientadas al mantenimiento de la buena salud de ganado mediante dietas apropiadas y un buen manejo, recurriendo lo menos posible a los productos veterinarios.
Por tanto, en la ganadería ecológica, se rechazan los métodos intensivos de explotación del ganado, tales como, la estabulación permanente, el confinamiento prolongado, la falta de libertad de movimiento, el amarre, la explotación en batería y el alojamiento en ambiente controlado.
Los edificios para el alojamiento del ganado dispondrán de una adecuada ventilación, iluminación natural y del suficiente espacio para garantizar el libre movimiento de los animales, así como suficientes áreas de reposo y camas de material natural.
Respecto a la alimentación del ganado, en ningún caso está permitido mezclar con el pienso subproductos de origen animal (excepto productos lácteos y harina de pescado), estimuladores del crecimiento y el apetito, urea u otras sustancias tóxicas. Todos los animales deberán tener un razonable periodo de lactancia natural.
En ganadería ecológica se rechazan las técnicas de sincronización de celos mediante procedimientos no naturales, las transferencias de embriones la manipulación genética. La vacunación está permitida cuando haya una enfermedad conocida que no pueda ser controlada mediante otras técnicas de manejo o el uso de aromaterapia, homeopatía, etc.
El transporte deberá adecuarse a la resolución 91/628/CEE, y el sacrificio de los mismos se regirá por las normas establecidas en la Convención Europea para la Protección de Animales para Sacrificio, Resolución 88/306/CEE del Consejo.
La ganadería ecológica está regulada a nivel nacional, en España por el Reglamento y Normas Técnicas del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica CRAE (1990).
Los alimentos que pasen todas las inspecciones serán dotados con las etiquetas que garantizan al consumidor los máximos niveles de calidad y respeto medioambiental.
La aplicación de unas buenas prácticas de manejo (selección y reproducción, alimentación, condiciones de alojamiento…) y de estrictas medidas de bioseguridad (control de flujos en la granja, planes de vacunación, chequeos, registros zootécnicos…) hacen perfectamente posible el control de las enfermedades animales sin la aplicación preventiva de antibióticos, antiparasitarios, hormonas u otras sustancias químicas de síntesis. En estas condiciones, la oferta comercial existente de medicamentos fitoterápicos y homeopáticos registrados (así como de otras terapias alternativas), facilita hoy el tratamiento de los animales que puedan enfermar sin tener que recurrir en la mayoría de los casos a medicamentos alopáticos de síntesis química.
La avicultura ecológica supone una innovación importante en los sistemas de producción del huevo y la carne de pollo. Nuestro país presenta grandes facilidades para el desarrollo de este tipo de producciones, al disponer de climas suaves la mayor parte del año, grandes extensiones de cultivos de frutales ecológicos y terrenos secos y muy sanos. Se trata pues de una gran oportunidad para la modernización de nuestro sector avícola y una gran oportunidad comercial y de desarrollo rural.