La dieta de los niños, asignatura pendiente para colegios y padres

Publicado: 09/10/2006 - Actualizado: 14/08/2019

Los hábitos alimentarios y el ejercicio físico que desarrollen los niños durante la infancia pueden marcar la diferencia entre una vida sana y el riesgo de sufrir enfermedades en la edad adulta, siendo la alimentación sana algo fundamental para su desarrollo físico e intelectual.

La llegada de octubre marca para muchos niños el comienzo de las clases por la tarde y, con ello, la necesidad, cada vez mayor, de los padres de hacer uso del servicio de comedores escolares. Durante cinco días a la semana, más de un 20% de los niños comerá en el colegio, por lo que del tipo de alimentación que allí reciba y de los hábitos que se le transmitan puede depender su salud y su calidad de vida en el futuro.

El excesivo sedentarismo y una alimentación centrada en productos precocinados, industriales y con exceso de grasa saturada, sal y azúcar están contribuyendo a la aparición de enfermedades cardiovasculares, obesidad, colesterol alto, diabetes, hipertensión… Enfermedades que, hasta hace poco, eran poco frecuentes en la infancia. De acuerdo con datos del Ministerio de Sanidad y Consumo la obesidad entre la población infantil y juvenil se ha triplicado en los últimos 15 años. Actualmente, los datos de obesidad y sobrepeso infantil y juvenil (de los 2 a los 24 años) se sitúan en el 13,9% y 26,3%, respectivamente.

Así, es necesario que los padres conozcan convenientemente qué es lo que ofrece el colegio a sus hijos para poder decidir y escoger aquél que ofrezca mejores garantías de calidad en la alimentación. Por ello hay que tener en cuenta que:

· El aporte energético diario del niño debe dosificarse en cinco comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.

· La dieta del colegio debe complementarse en casa, por lo que el colegio debe informar a los padres de los menús.

· Los platos deben aportar una dieta variada que contenga alimentos de todos los grupos, incluyendo frutas y verduras de las cuales, en teoría, se deberían tomar cinco raciones diarias. El colegio puede ser un buen lugar para adquirir esa costumbre.

· La escuela también puede contribuir a desarrollar el gusto por el pescado, incrementando su presencia en los menús y facilitando a los niños especies con pocas espinas.

· Hay que tener en cuenta la edad y la actividad física de los alumnos a la hora de preparar su menú.

· Es necesario que se cumpla en breve y en toda España lo previsto en la Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad física y prevención de la Obesidad) en relación con las máquinas expendedoras de alimentos y bebidas. En muchos colegios se encuentran estas máquinas autoservicio con las que es difícil controlar lo que consumen los niños y que suelen contener productos altos en grasas o azúcar. Sería interesante sustituirlos por alimentos como frutas, cereales, zumos, yogures…

· Los centros deben adaptar el menú a los niños que padezcan alguna alergia, enfermedad o intolerancia a algún alimento.

· Asimismo, el centro determinará el personal necesario para atender a los niños durante la comida y las horas libres hasta el comienzo de las clases de la tarde.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que es también tarea de los padres el fomentar en sus hijos una buena alimentación, interesándose por saber lo que comen en el colegio para poder complementarlo en el desayuno, las meriendas y las cenas.

Fuente: CECU

Acerca del autor
  • Dra. Loredana Lunadei

    La Dra. Loredana Lunadei es especialista en alimentación, dietética y nutrición. Realizó sus estudios en la Universidad de Milán donde obtuvo la licenciatura en Ciencia y Tecnología de alimentos. Posteriormente continuo sus estudios, realizando el doctorado también en dicha universidad. Linkedin.