Lumbalgia: 12 Remedios naturales para el Dolor de Espalda Baja
Millones de personas alrededor del mundo sufren de un dolor crónico en la espalda baja, conocido como lumbalgia. A menudo se recetan analgésicos para tratarlo, pero aunque el dolor mejora, no desaparece.
No hay una cura específica para la lumbalgia, sin embargo, hay alternativas de tratamiento que pueden ayudar a disminuir o aliviar el dolor, la clave es encontrar lo que nos funciona a través de prueba y error.
Endorfinas, un alivio natural
Las endorfinas son neurotransmisores que tienen un efecto analgésico en nuestro cuerpo, ayudando a combatir el dolor, depresión, e incluso la ansiedad. Nuestro organismo las produce a través de ciertos estímulos como:
- El ejercicio cardiovascular
- La meditación
- Los masajes
- La acupuntura
- Reír
- Dormir suficientes horas de sueño
- Hacer actividades divertidas con amigos
Remedios naturales para la lumbalgia
La lumbalgia puede requerir de varios tipos de tratamientos, por lo que es importante identificar qué factores pueden contribuir a empeorar el dolor.
1. Duerme lo suficiente: el dolor de espalda baja puede ser a causa de un mal dormir, o insomnio, la falta de sueño regularmente agrava el dolor por lo que es aconsejable tratar de combatir el insomnio, para conseguirlo, es importante evitar consumir bebidas ricas en cafeína, como el café y el té, así como tratar de disminuir el estrés de nuestra vida. Es útil emplear tés que nos ayuden a conciliar el sueño, como el de valeriana.
2. Fortalece los músculos de tu espalda: Los músculos de la espalda le brindan un mejor apoyo a nuestra columna, por lo que es una buena idea tonificarlos. Uno de los ejercicios ideales para la salud de la columna es la natación.
3. Aplica frío: El frío ayuda a reducir la inflamación y también a disminuir el dolor localmente, aplicar un poco de hielo cubierto con un pañuelo de tela puede aliviar el dolor intenso, también podemos emplear bolsas de gel congeladas.
4. Aplicación de calor: El calor ayuda a estimular la circulación en la zona adolorida, favoreciendo la sanación y disminuyendo el dolor. Se recomienda aplicar calor por medio de compresas, o tomando un baño caliente, o sumergirse en una tina de agua tibia, también podemos utilizar bolsas de agua caliente. Tanto la aplicación del frío como la de calor suelen ser útiles, se recomienda utilizar aquella que nos da más alivio y procurar proteger nuestra piel, no aplicar ninguno de ambos directamente.
5. Mejora tu postura: La tensión en la espalda puede ser resultado de una mala postura, por lo que es recomendable, corregir nuestra postura, evitar inclinarte todo el tiempo, o encovarte, procura mantener tus hombros y orejas alineadas. El yoga es una práctica conocida por mejorar nuestra postura y sin duda alguna puede ayudarnos a aliviar el dolor.
6. Cuida tu postura al dormir: Descansar es importante, pero también es necesario dormir en una postura adecuada. Si acostumbras dormir de lado, procura colocar una almohada entre tus piernas para nivelar la columna, encogiendo tus piernas para adoptar una posición fetal. Otra posición recomendada es boca arriba, colocando una almohada debajo de tus rodillas para mejorar tu postura y mantener tu espalda relajada.
7. Considera cambiar tu colchón: Muchos expertos coinciden en que cambiar tu colchón puede aliviar el dolor de espalda, se recomienda cambiarlo cada 5 a 7 años, sin embargo, si esto no es una posibilidad, también puedes equipar tu colchón con una colchoneta ortopédica, que es una opción más económica e igual de efectiva.
8. Apóyate en técnicas de relajación: La meditación, respiración, el yoga, entre otras prácticas son buenas alternativas para aprender a relajarnos y tener nuestra mente en calma, limitando los efectos del estrés lo que puede contribuir a aminorar el dolor de espalda.
9. Acupuntura: La aplicación de agujas en puntos energéticos del cuerpo puede ayudar a aliviar el dolor muscular. Con frecuencia se requiere más de una sesión para poder observar una mejoría notable.
10. Mantente en movimiento: Aunque parezca lo opuesto, está comprobado que las personas más inactivas suelen sufrir de dolor de espalda crónico que aquellas que son más activas, por lo que es poco aconsejable mantenerse en reposo por mucho tiempo, lo mejor es estar activos, realizar una actividad física regular como caminata, o ejercicios de bajo impacto que ayuden a fortalecer los músculos de nuestra espalda.
11. Realiza ejercicios de estiramiento: Estirar nuestros músculos, nos ayuda a aliviar el dolor. Un ejercicio que puede ayudarnos a combatir la rigidez en nuestra espalda consiste en colocarnos en cuatro, manteniendo nuestra espalda recta, después metiendo nuestro abdomen, y curvando nuestra espalda hacia arriba, sostener unos segundos, para después descender nuestra espalda, esta vez curvando hacia adentro nuestra espalda, sosteniendo, repetir 8 veces.
12. Consulta a la terapia: El dolor crónico puede ser desgastante, nuestros ánimos pueden decaer e incluso desarrollarse una depresión, por ello, recurrir a un profesional puede ser adecuado para superar estos sentimientos y así poder apartar nuestros pensamientos del dolor, el optimismo es muy importante.