Colesterol … El bueno y el malo

Publicado: 27/09/2005 - Actualizado: 13/08/2019

En este artículo vamos a ver cuales son los dos tipos de colesterol que existen.

Las dos caras del temido colesterol

  • Es una molécula indispensable para la vida humana, que sin control provoca efectos deletéreos
  • Hay que balancear los niveles de HDL y LDL
  • Es indispensable, además, controlar los triglicéridos
  • Los hábitos alimentarios son fundamentales

 No hay duda de que el colesterol tiene mala prensa, y no es para menos. La abultada presencia de esta sustancia en la sangre –situación que los científicos denominan hipercolesterolemia– constituye uno de los principales factores de riesgo cardiovascular y cerebrovascular.

Es –para ser más precisos– el punto de partida de la arterosclerosis, que con el paso de los años conduce al infarto o al accidente cerebrovascular.

Sin embargo, lo que pocos saben es que los seres humanos no podríamos vivir ni un solo minuto sin una adecuada cuota de colesterol en nuestras venas.

Allí, escondidas, las moléculas de colesterol generan un proceso inflamatorio que aglutina a otros elementos que circulan con la sangre, y que da lugar a la formación de una placa de ateroma que progresivamente va cerrando la luz de las arterias, según cuenta el especialista. Todo transcurre en silencio hasta que una crisis hipertensiva o un esfuerzo, por ejemplo, rompe la pared del ateroma y vuelca su contenido al torrente sanguíneo. Cuando esto sucede, el organismo intenta reparar la lesión de la placa, pero el intento es vano y lo único que logra es dar lugar a un trombo que termina obstruyendo la arteria. Cuando esto se produce en una arteria coronaria, estamos frente a un infarto, si ocurre dentro del cerebro, ante un accidente cerebrovascular o ACV.

Las dos caras del colesterol

Lo dicho permite comprender por qué es importante mantener al colesterol dentro de niveles aceptables (saludables, puede decirse).

¿Cuáles son esos niveles?

Bueno, eso depende de cuál de los distintos tipos de colesterol estemos hablando. Como el colesterol es una molécula grasa, y por lo tanto, no es soluble en agua, para poder circular por la sangre debe estar siempre asociado a otra molécula que es la que le da, digamos, personalidad.

El camino a través de la sangre del colesterol

¿Qué mecanismos se activan en el organismo para que los niveles de colesterol estén por encima de los considerados normales? ¿A qué atribuye la ciencia el naufragio?Las células que se nutren del colesterol poseen receptores que les permiten distinguirlo de otras moléculas. Cuando estos receptores empienzan a fallar, las moléculas de colesterol no pueden ser captadas por las células y vagan por la sangre; el efecto es el mismo cuando la producción de colesterol por parte del hígado supera la demanda de las células. Aquí entra en escena el bueno de la película: las moléculas de lipoproteínas de alta densidad o HDL (por High Density Lipoprotein), popularmente conocido como “colesterol bueno”.

¿Cuáles son los niveles aceptables o deseables en materia de colesterol?

Cuando uno habla de colesterol total, lo deseable es que sea menos de 200 miligramos por decilitro (mg/dl). Los valores límites se encuentran entro los 200 y los 239 mg/dl, y hablamos de colesterol elevado cuando éste va más allá de los 240 mg/dl. Hilando más fino, a la hora de leer los análisis de colesterol en sangre hay que recordar que es preferible que los niveles de LDL estén por debajo de 160 mg/dl para las mujeres premenopáusicas, y menores a 130 mg/dl para los varones y las mujeres que han atravesado la menopausia.  A aquellas personas en las que se ha hallado una evidencia de lesión arterial o que tienen diabetes se les pide que sus niveles de LDL estén por debajo de 100 mg/dl. En cuanto al HDL, lo deseable (tanto para hombres como mujeres) es que esté por arriba de 40 mg/dl, y es realmente beneficioso a partir de los 60 mg/dl. En estos casos, su presencia es considerada un factor de protección cardiovascular. Por último, resta mencionar a otro tipo de lípidos: los triglicéridos.

Para poder mantener al colesterol bajo control, lo primero es tener un estado de situación de este potencial enemigo.

En los adultos sanos, la recomendación es hacerse un análisis de colesterol en sangre y, si los valores son normales, repetirlos cinco años más tarde.

Cómo combatir el colesterol alto

Ahora, si los niveles resultan estar fuera de lo que se considera saludable, el control debe repetirse anualmente. ¿Cuál es el camino por seguir en este último caso?  Sólo la cuarta parte del colesterol que circula en la sangre ingresa al organismo a través de los alimentos (el resto es producido por el mismo individuo), la influencia de la alimentación sigue siendo muy importante. Cuando una persona consume muchas calorías y tiene cierta predisposición genética, esta gran ingesta de calorías favorece una gran producción de colesterol. Dicho en términos sencillos: para las personas con colesterol elevado, la primera recomendación es no consumir calorías de más.

 Cuando una persona tiene colesterol elevado, lo primero que observo es si tiene sobrepeso; casi afirmativo, la indicación es bajar de peso. Si está en su peso normal, lo aconsejable es que haga una dieta con predominio vegetariano, ya que los vegetales no contienen colesterol. Otras medidas para colaborar en la lucha contra la hipercolesterolemia son el abandono del hábito de fumar y la actividad física, dos factores decisivos.
Pero si la modificación de las pautas alimentarias y la adopción de las medidas recién mencionadas no consigue torcerle el brazo al temido colesterol.

Sólo entonces se recurre a tratamientos medicamentosos para disminuir sus niveles en sangre. No es fácil que una persona con colesterol elevado respete al pie de la letra las indicaciones de su médico. Según un estudio de la Sociedad Argentina de Cardiología, el 43% de los pacientes con hipercolesterolemia abandona la medicación recetada para combatir esta condición que afecta a alrededor del 35% de los argentinos, y que constituye uno de los principales factores de riesgo del infarto.

A las dudas y temores habituales de los pacientes antes de todo tratamiento que en teoría ha de ser de por vida, se le agregó hace un año y medio el fantasma de Lipobay. Cuando la farmacéutica Bayer decidió retirar esta droga del mercado por sus efectos adversos, los consultorios de los médicos se vieron desbordados de llamadas de angustiados pacientes que tomaban éste u otro medicamento para controlar sus niveles de colesterol. ¿Son seguras y efectivas las drogas que actualmente se utilizan para combatir el colesterol? Si, coincidieron los especialistas consultados. Claro que, como todo medicamento, aquí también existen efectos adversos que desalientan su uso sin indicación y supervisión médica.

Pero si de lo que se trata es de mantener los niveles de colesterol dentro de límites saludables, siempre es bueno recordar que los medicamentos no constituyen la única herramienta de la que disponen los médicos para lograrlo, ni tampoco la primera a la que debe recurrirse. Existen complementos dietéticos como la Lecitina de Soja y el Chitosan que han demostrado su utilidad en la regulación de los niveles de colesterol. El chitosan es una fibra 100% natural derivada del caparazón de los crustáceos, que posee la capacidad de absorber grasas. La lecitina se obtiene a partir del aceite extraído de los granos de soja. La Lecitina de Soja actúa en el organismo como emulsificador, debido a las características de la molécula, que puede asociar agua y grasa. Una parte de la molécula atrae la grasa y la otra parte atrae el agua. Esta característica es primordial en el trasporte del colesterol a través de las arterias y prevención de la formación de placas (que reducirá la luz de la arteria produciendo como consecuencia aterosclerosis e infarto).

En primer lugar, habría que dejar en claro cuándo uno puede empezar a hablar de colesterol elevado, ya que los análisis que cuantifican la presencia de los lípidos en la sangre suelen aportar muchas variables: colesterol total, LDL, HDL y triglicéridos.

  • Colesterol total: lo deseable es que se encuentre por debajo de los 200 miligramos por decilitro (mg/dl). Entre los 200 y los 239 mg/dl se está en el límite con el colesterol alto que comienza más allá de los 240 mg/dl.
  • LDL o colesterol malo: debe ser menor a 160 mg/dl para las mujeres premenopáusicas, y menor de 130 mg/dl para los varones y las mujeres que han atravesado la menopausia. En las personas con evidencias de lesión arterial o diabetes se pierden valores menores a 100 mg/dl.
  • HDL o colesterol bueno: lo deseable es que haya más de 40 mg/dl, aunque por arriba de 60 mg/dl se convierte en un factor protector de la salud cardiovascular.
  • Triglicéridos (TG): se recomiendan valores menores a 150 mg/dl.

Las combinaciones a que pueden dar lugar estas distintas formas de lípidos son las que van a determinar cuál es el tratamiento por seguir. Pero, como hemos mencionado, lo primero no son los fármacos.

Más allá de reducir la ingesta calórica, y reemplazar grasas animales por vegetales, existen ciertos alimentos que resultan muy buenos aliados de todo aquel que busque controlar sus niveles de colesterol.

Alternativas terapéuticas

Cuando los cambios propuestos no demuestran ser suficientes para torcerle el brazo al colesterol, sólo entonces se recurre a los medicamentos.

Acerca del autor
  • Dra. Loredana Lunadei

    La Dra. Loredana Lunadei es especialista en alimentación, dietética y nutrición. Realizó sus estudios en la Universidad de Milán donde obtuvo la licenciatura en Ciencia y Tecnología de alimentos. Posteriormente continuo sus estudios, realizando el doctorado también en dicha universidad. Linkedin.