Influenza: alimentación y consejos para prevenirla y erradicarla

Publicado: 26/04/2009 - Actualizado: 06/09/2018

La influenza (o gripe porcina) es una afección respiratoria que tiene los síntomas de una gripa común. Es una enfermedad contagiosa, aunque cabe aclarar que sólo es contagiado aquel organismo que tiene un ambiente interior apto para que el virus pueda invadirle, incubarse y desarrollarse. Un organismo que no tiene las condiciones aptas para un contagio no puede ser contagiado, incluso si hay contacto directo con personas o hasta cerdos infectados.

Consejos para prevenir la influenza

Como lo he dicho en otras ocasiones, si en boca cerrada no entran moscas en un organismo limpio, fuerte y entusiasta no entra ninguna afección. Por lo tanto, si se toman medidas preventivas como lavarse bien las manos y no estar cerca de personas afectadas, también hay que tomar las medidas preventivas más profundas como son el lograr un ambiente interior limpio y fuerte, de manera que el virus no encuentre el lugar adecuado para propagarse. Si todos tuviesen un cuerpo realmente saludable en todo sentido, los virus se debilitarían porque no tendrían condiciones donde subsistir.

Intestinos limpios y alimentación adecuada

Se puede decir que prácticamente todas las enfermedades nacen en unos intestinos sucios. Por lo mismo, es de suma importancia tener unos intestinos limpios, sobre todo cuando existen brotes epidémicos los cuales anuncian que los organismos están debilitados y son más propensos a enfermarse, pricipalmente porque los intestinos están motivando un ambiente apto para que esto suceda. En una epidemia de influenza, no es cosa de simplemente asustarse, lavarse las manos o taparse la boca con un tapabocas. Hay que ir a la causa primordial, y efectuar una dieta depurativa, de manera de fortalecer las defensas propias del organismo.

La alimentación que debe seguirse en estos casos debe ser muy ligera, es decir, tratar de:

• Consumir muchos vegetales y frutas frescas, muchos cítricos (que son depurativos) y evitar al máximo el consumo de carnes rojas, grasas saturadas, fritos y productos embutidos de procedencia animal, lácteos y, sobre todo, dejar a un lado el azúcar blanca, toma postres y dulces sin azúcar y todos los productos que la contienen, refrescos, galletas, panes refinados, etcétera. Decir que uno puede seguir consmuiendo carne de cerdo, por ejemplo, porque la carne al cocinarla a cierta temperatura destruye el virus, es una errónea guía de sanidad. La carne roja debe de dejar de consumirse porque es alta en grasas saturadas, y esto no ayuda a depurar al cuerpo en ningún sentido sino que propicia que los intestinos sigan “atascados” y que el cuerpo se vuelva mucho más vulnerabñle al contagio. 

• Si ha sido uno infectado, hay que iniciar sin duda una dieta depurativa. Hay muchas dietas depurativas, la dieta del sirope o la del limón suelen ser muy efectivas, pero también la dieta de las uvas o la de la naranja son recomendadas. Este tipo de dietas también son preventivas no sólo de la influenza sino de cualquier otra afección.

• Incluir en la dieta los alimentos depurativos por excelencia: el ajo, el limón, la naranja, la cebolla, la sábila, el nopal, las uvas, el sirope, la ciruela, los germinados frescos.

• Emplear remedios y antibióticos naturales: los cuales ayudan a fortalecer las propias defensas del cuerpo. Los remedios de farmacia (jarabes, inyecciones, pastillas, etcétera) atacan sólo el síntoma, pero no ayudan a erradicar el padecimiento. Los antibióticos naturales como el ajo, el limón, el propóleo, el polen, la cebolla, etcétera son excelentes para ayudar al cuerpo a promover su fuerza autocurativa.

Descansar correctamente

En una epidemia por lo general se suele tomar la medida de suspensión de ciertas actividades con el fin de no promover el contagio entre las personas. Sin embargo, una de las causas más profundas de este receso sería no sólo poner a la gente aislada, sino que se promueva un descanso en todo sentido. El estrés, la ansiedad y las emociones de frustración constante son una de las condiciones más comunes que debilitan el sistema inmunológico. Un descanso no sólo debe de servir para mantenerse aislado sino para que la gente considere, además de la alimentación que está llevando a cabo, su forma de vida en general. El descanso se debe de llevar a cabo no sólo en el consumo de alimentos no efectivos en este momento como los que se mencionan arriba, sino que se recomienda que sean momentos de consideración acerca del tipo de emociones que se están generando en la vida diaria. La vida apresurada a veces no permite que uno tome en cuenta o digiera determinadas cosas y situaciones que nos hacen sentir irritados, molestos, enfadados o insatisfechos. Las emociones de entusiasmo, gozo y satisfacción  sin duda fomentan a que el sistema inmunológico se refuerce y vigorice en todo sentido. 

Síntomas comunes de esta afección:

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin