Propiedades del Aloe Vera
Son muchas las propiedades que a lo largo de la historia se han atribuido al aloe vera y numerosos los estudios y trabajos publicados sobre esta maravillosa planta; sin embargo y a pesar de ser una de las plantas más estudiadas del planeta no se conoce todavía su potencial.
Para que el aloe vera evidencie su máxima actividad biológica son necesarias unas exigentes condiciones de cultivo, que la especie sea la correcta (Aloe barbadensis Mill.), y que la hoja sea tratada adecuadamente para evitar las pérdidas de actividad. Estos factores condicionan que no podamos hacer un uso directo de las hojas tal cual se encuentran en su estado natural y que necesariamente debemos recurrir a los distintos productos de aloe vera que se encuentran en el mercado.
Del aloe vera se utilizan las hojas basales, recolectadas a partir de la planta adulta de más de tres años, de la cual se obtienen dos subproductos: el acíbar y el gel de aloe vera.
Acíbar. El acíbar es el látex o exudado desecado obtenido por incisión de las hojas frescas, que se localiza inmediatamente por debajo de la epidermis (capa más externa), por lo que se obtiene realizando una simple incisión. Los principios activos que contiene son principalmente derivados hidroxiantracénicos de acción laxante o purgante (aloína).
Gel. El gel de aloe es una sustancia clara y mucilaginosa obtenida exclusivamente a partir del parénquima central. El gel de aloe contiene alrededor del 99,4% de agua en peso. Contienen también polisacáridos mucilaginosos responsables de la capacidad de retención de agua y de la actividad. No se debe contener nunca cantidades apreciables derivados hidroxiantracénicos o antraquinonas, aunque algunos geles de aloe mal procesados pueden presentar inadecuadamente estos constituyentes.
El jugo de aloe vera estaría constituido por el líquido obtenido tras filtrar por métodos puramente físicos el gel o la hoja entera. Evidentemente, el método más seguro es la obtención del jugo a partir del gel, ya que aunque se usan sistemas de filtración y eliminación de los compuestos laxantes, existe el riesgo de que queden restos y de que a la vez arrastremos polisacáridos activos. Otra posibilidad es diluir el jugo de aloe vera con otros líquidos, obteniendo diferentes zumos de aloe vera, que como mínimo deberían contener un 50% de jugo puro de aloe vera.
Al gel de aloe vera se le han atribuido numerosas propiedades, entre las que destacan:
• Actividad reepitalizante y cicatrizante.
• Actividad inmunoestimulante, tanto en situaciones de inmunodepresión como de prevención. Esta acción se ve complementada por su efecto antiinflamatorio.
• Actividad antiinflamatoria, a la vez que ha demostrado un efecto antibacteriano, antifúngico y antivírico.
• Actividad depurativa y desintoxicante.
Gracias a estas propiedades, el aloe vera resulta de especial utilidad en:
• Problemas que afectan a la mucosa del tubo digestivo, en diversas afecciones dermatológicas, en inflamaciones y degeneraciones osteoarticulares y en todas aquellas situaciones que requieran una mejora del estado de nuestras defensas.
El color y el sabor del jugo nos pueden dar una idea del grado de naturalidad de este. Su color debe ser prácticamente transparente o con una ligera tonalidad amarillenta pálida. Un color amarillento oscuro y/o un sabor excesivamente fuerte indica que ha existido un cierto grado de alteración o descomposición o que se ha obtenido de la hoja entera. Para evitar la desestabilización del producto, debe procurarse el uso de un envase color oscuro. A la hora de adquirir un jugo de aloe debe fijarse también en su grado de pureza, que viene dado por su contenido en polisacáridos de alta efectividad biológica, en su origen y en su certificación.
Algunas referencias de interés:
Web del International Aloe Science Council: www.iasc.org
Web de Active Aloe: www.aloecorp.com
¿Cómo distinguir a simple vista la calidad de un aloe?
Si cortamos una hoja de áloe vera podemos observar que el gel que encierra en su interior es prácticamente transparente. El jugo de aloe vera procedente de la parte interna de la hoja deberá tener también un aspecto muy similar, es decir, prácticamente transparente o con una ligera tonalidad amarillenta muy pálida. Un jugo de color amarillento oscuro y un sabor excesivamente fuerte indica que ha existido cierto grado de alteración o descomposición del jugo o bien que éste ha sido obtenido a partir de la hoja entera (parte interna + corteza).
Fuente: Santiveri