Crisis mundial: los efectos en la producción ecológica
No podemos negar que la crisis financiera mundial ya deja ver sus primeras consecuencias. Los productos orgánicos o ecológicos no escapan a este fenómeno, ya que son productos por lo general más caros y fácilmente sustituibles. Pero no todo el futuro es negro, hay quienes afirman que podría asomarse un panorama alentador.
Y es que los productos orgánicos son adquiridos por consumidores conscientes de sus beneficios. Nos referimos a un estilo de vida que incluye una alimentación saludable, un comercio justo y un cuidado del medio ambiente.
Hoy en día nos enfrentamos a un mercado en total expansión. Muestra de ello es la demanda constante y creciente de los supermercados, que buscan la novedad de los productos de este tipo. En términos generales hoy se puede afirmar que se trata de un mercado que no ha dejado de crecer y que, así como la producción aumenta, también sube la demanda. “La demanda está muy lejos de ser cubierta", explica Andrea Raggi, gerente de markenting de Apofruit, Italia.
Obstáculos a enfrentar
La mayor preocupación de los productores orgánicos es el posible e inevitable aumento del precio de sus productos. Éstos pueden llegar a aumentar entre un 10 y un 100% más, dependiendo de qué se trate, la época del año y el lugar donde se vende. Es decir, se convertirían en productos prescindibles.
"Está claro que cuando hay problemas el consumidor ya no compra dos racimos de uva sino uno, por lo que el mercado orgánico podría verse afectado. No significa que las personas dejen de preferirlos, pero sí que limiten su compra", explica Manfred Pülm-Dirk, gerente comercial de Lehmann Nature, de Alemania.
La confianza del consumidor
Uno de los puntos fundamentales para evitar los efectos negativos del a crisis y convertirlos en una oportunidad para los productores, sería, por ejemplo, no perder la confianza del consumidor: la inocuidad alimentaria es fundamental en el 'boom' que ha tenido la producción orgánica.
El consumidor opta por los productos orgánicos porque considera que son alimentos sanos, que no destruyen el medio ambiente ni la salud humana. "Tanto en Europa como en Estados Unidos los problemas que han surgido en inocuidad han hecho que el consumidor pierda confianza, eso no puede pasar con los orgánicos. Se puede depreciar si no se toman las medidas adecuadas. La producción orgánica se basa específicamente en la confianza del consumidor, y eso no se puede perder", recalca Bernward Geier, director de Relaciones Internacionales de la Federación Internacional de Agricultura Orgánica (Ifoam).
El comercio de productos orgánicos o ecológicos es un negocio saludable que involucra a más de 50 millones de hectáreas en cerca de 120 países y con ventas que superaron los US$ 38,6 billones, 5 billones más que el año anterior.
Alemania es uno de los países donde más ha aumentado el consumo orgánico – el 4,5% de las ventas de alimentos fueron de orgánicos y ello fue 15% más que el año anterior- y las principales cadenas de supermercados tienen su propia certificación.
Fuente: ecoalimenta