Termoterapia: Cómo utilizar el calor a favor

Publicado: 28/11/2013 - Actualizado: 22/02/2016

Nuestro cuerpo posee un mecanismo de regulación de la temperatura, proceso que contribuye a preservar la vida. No obstante, el calor puede ser empleado para tratar dolencias y algunos males.

El calor, es un agente externo que se ha empleado como recurso de la salud. Se denomina termoterapia a la aplicación de calor que eleva la temperatura por encima de los 37°C. Se trata de una herramienta útil para tratar procesos traumatológicos y reumáticos, ya que brindan alivio al dolor.

¿Cómo funciona el calor?

La aplicación del calor, consiste en propagar de un objeto a otro, por medio de distintos mecanismos, elevando así la temperatura para producir efectos terapéuticos.

Para que el transmisor se considere fuente de calor, debe superar como mínimos los 36°C de temperatura, y alcanzar como máximo, los 50°C, dependiendo de la sensibilidad de la persona al calor.

Beneficios de la terapia del calor

  • Calma el dolor
  • Disminuye la rigidez articular y de las cicatrices
  • Reduce la inflamación por retención de líquidos (edema)
  • Ayuda a reducir los calambres
  • Es antiespasmódico, relaja la musculatura lisa del sistema gastrointestinal y combate los cólicos
  • Ayuda a combatir igualmente los cólicos menstruales
  • Cuando se aplica sobre la piel, existe un aumento en el flujo de sangre, lo que provoca una mayor oxigenación y produce un efecto anti envejecimiento
  • Promueve la sudoración lo cual estimula la eliminación de toxinas.

Mecanismos de la termoterapia

Conducción

Consiste en propagar el calor de objetos con mayor temperatura (agente térmico) a los de menor temperatura (el cuerpo). Algunos ejemplos, son las mantas eléctricas, las almohadillas, la arena, las bolsas de agua caliente, los parches calientes, e incluso agentes semilíquidos, como la arcilla, la parafina, etc.

Recomendaciones: Son útiles, para los dolores musculares y para combatir el frío. Las arcillas y los fangos también se usan en centros de estética, para el tratamiento de la piel, para calmar dolores y producir sedación, y para tratar dolores reumáticos, óseos o musculares.

Convección

El calor se transfiere por medio de los líquidos, aquí se encuentra la hidroterapia como baños de vapor, sauna, baño turco, etc.

Conversión

Otras formas de energía se convierten en calor. Por ejemplo el ultrasonido donde dicha energía mecánica produce fricción lo que a su vez, se transforma en calor y altas frecuencias.

Recomendación: Se emplea más que nada en kinesiología, para tratamientos de rehabilitación, esguinces, y rigidez en las articulaciones. También se suelen utilizar en los posquirúrgicos, en cirugías estéticas, para mejorar la hinchazón por retención de líquidos y hematomas. En estética se emplea también para combatir la celulitis y la adiposidad localizada.

Las de alta frecuencia, se utiliza para mejorar la circulación, sobre todo en brazos y piernas. En cosmética, se emplea para combatir el acné y en limpiezas faciales, ya que eliminan los microorganismos de la piel.

Radiación

Es un método de transferencia de calor, por medio de ondas electromagnéticas. Existen aparatos con radiación infrarroja, con un dispositivo para graduar la intensidad.  Regularmente se aplica con el uso de lámparas a una distancia de entre 20 y 25 centímetros del cuerpo, en forma local, con una duración de entre 10 a 20 minutos.

Recomendaciones: se utiliza en quinesiología, masajes y otras patologías que involucran algún tipo de rehabilitación. En estéticas, se emplea para el tratamiento de la adiposidad localizada, sin embargo, éste uso debe estar sujeto a valoración, puesto que puede producir flacidez muscular y de la piel. No se utiliza en la piel del rostro, ya que causa dilatación de los poros.

Contraindicación

Los ultrasonidos y radiofrecuencias suelen ser los que tienen más contraindicaciones, no se recomienda aplicar en pieles con rosácea, cuando existen quemaduras, o el paciente tiene una alta sensibilidad cutánea. Tampoco debe aplicarse en zonas donde existe un proceso maligno, inflamatorio agudo o febriles.

Este mecanismo, también está contraindicado para pacientes con transtornos cardiovasculares, y no se debe aplicar directo sobre las glándulas de reproducción sexual, en abdomen de mujeres embarazadas o durante su periodo menstrual. Se debe evitar su uso en pacientes con implantes metálicos en el área que se va  a tratar, con marcapasos o con un dispositivo intrauterino que contenga metal. Se debe interrumpir la terapia, si existe alguna molestia.

Para la hidroterapia, existen algunas contraindicaciones, por ejemplo, el sauna no es recomendable para personas con patologías cardiacas o circulatorias. Y en general, no se debe emplear para personas que padecen rosácea.

La radiación infrarroja, se encuentra contraindicada, para las personas que sufren de transtornos circulatorios, y piel rosácea.

Acerca del autor
  • Miriam Reyes

    Miriam Reyes una profesional experta en nutrición y dietética. Tiene más de 12 años de experiencia en  atención a pacientes con sobrepeso y problemas de alimentación. Estudió en la Universidad del Valle de Atemajac  (UNIVA), donde obtuvo la licenciatura en nutrición. Perfil en Linkedin.